l excelso ventanal de uno de los más encantadores restaurantes de Ushuaia se prestigia gracias a un desconcertante contenedor de basura y su inseparable compañero de chatarra, que se exhiben orgullosos junto al lugar donde cenan centenares de turistas apabullados por tamaño horror urbano.
Este curioso dueto de basura y arte industrial abandonados agrega un toque de autenticidad al paisaje, ofreciendo a los visitantes la experiencia tercermundista completa de nuestra vibrante escena local.
La mezcla de sofisticación culinaria con la estética de la chatarra resalta el compromiso de algunos vecinos por integrar elementos de reciclaje y creatividad en su entorno céntrico más concurrido.
¡Un verdadero deleite para los sentidos y un testimonio del extravagante encanto singular de nuestra ciudad por el desorden y la desprolijidad!