a secretaria de Desarrollo Productivo y Pyme de la Provincia, Carolina Hernández, habló de la diversidad de productores que se enfocan hacia la producción orgánica en Tierra del Fuego.
La funcionaria destacó la diversificación de la producción orgánica que se da en toda la provincia y detalló que hay tres emprendimientos de producción de lana en zona norte de la isla que es el principal sector ganadero; dos productores en transición orgánica que son hortícolas, uno en Ushuaia, que es Raúl Ibarrola y otro en Tolhuin que es Roberto Gassman, que produce cerezas en invernadero.
Sobre este último destaca la innovación dado que el Corazón de la Isla siempre se caracterizó por la producción de frutillas. Las cerezas no sólo son muy ricas y tienen ese gusto propio de la producción orgánica sino que además Gassman marca un hito a nivel nacional ya que no hay otro productor de cerezas bajo invernadero en el país.
Por otra parte, Hernández mencionó que en producción de cultivos y de brotes comestibles está el emprendimiento Atama, que es de Ushuaia y Quinta Pionera que es de Rio Grande, que tienen certificación orgánica tanto para la huerta a cielo abierto como para la elaboración de productos alimenticios como ajo negro en distintas presentaciones. También se suma Ona Land, empresa textil que hace mantas y ponchos de lana, que está localizada en Río Grande
La secretaria resaltó la diversidad de actores, las características y los tamaños de las empresas, incluso las trayectorias. “Estancia Viamonte, con Quinta Pionera, tiene un montón de años de trayectoria en la isla y hay otras empresas más nuevas y recientes que vienen posicionándose en el mercado local pero no tienen más de 10 años de trayectoria”, subrayó.
Hizo hincapié en que distintos tamaños, niveles de desarrollo empresarial y producciones pueden acceder a la puesta en marcha de sistemas de producción orgánica. “Lo importante es que desde el Estado provincial se tiene un programa que acompaña en la implementación, el sostenimiento y en todo lo que implica este camino sin un costo para el productor. No tiene un costo en todo el proceso de implementación y de primera certificación. Una vez que está certificado el productor tiene que seguir cumpliendo la aplicación de la norma y recertificado al respecto”, concluyó.