a ausencia de autoridades convierte un simple día de trabajo en una comedia del absurdo. Sin nadie que ponga orden, las empresas de turismo y los vecinos se volvieron directores de su propia orquesta de caos. Con un giro a contramano aquí y un vueltazo en U allá, el tráfico sobre la calle Magallanes ayer se convirtió en un ballet improvisado, donde la gracia no era precisamente protagonista.
Entre tanto, los conductores se lanzaron a jugar una partida de Tetris automovilístico para ver por dónde podía girar y llegar a destino.
Gira vos, giro yo. Me meto en contramano yo, doblas por donde podes vos. Todo se transformó en una mini telenovela sin director que pusiera orden entre tanta obra que se estuvo realizando.
En definitiva, ¿es tan complejo poner dos autoridades que pongan el orden que hace falta en situaciones así? Les dejamos la inquietud