l Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Ushuaia, César Molina, realizó un balance del año y se refirió a los desafíos para el 2025.
En primer lugar admitió que fue un año muy complejo económicamente. “Lo que vivimos todos como vecinos y vecinas a nivel económico se refleja en el municipio por una cuestión lógica que tiene que ver con la quita de fondos del gobierno nacional, con el desfinanciamiento y la suspensión de distintas obras que tenían ese origen”, indicó y señaló que este contexto obligó a repensar las inversiones y las políticas públicas.
Con respecto a las cosas que hay que mejorar para el año que viene, el funcionario indicó que, en materia de bromatología y comercio, el desafío pasa por las unidades gastronómicas móviles en general, tanto por los carritos como por la venta de tortillas y choripanes.
“Este año en función del contexto económico ha proliferado este tipo de expendio de comida y eso nos generó un desafío este año y nos genera un desafío para el año que viene”, expuso y señaló que lo mismo pasa con los vendedores ambulantes.
“Tenemos una ordenanza que está vigente. Tratamos de acompañar esas actividades desde la regulación y desde el cumplimiento de esa normativa”, afirmó y remarcó que la idea es “que la gente pueda trabajar y que el comerciante que tiene todo habilitado no se vea afectado por esa actividad del que trabaja”. En este aspecto, valoró que, en su momento, la Cámara de Comercio haya acompañado la ordenanza de feriantes porque entendió que un feriante no competía con un local del centro, por ejemplo.
Además, de destacar las acciones realizadas en materia de comercio y bromatología, Molina destacó el trabajo realizado por el resto de las áreas de control que dependen de la Secretaría de Gobierno como tránsito, transporte, logística y prevención.
En cuanto a tránsito, mencionó que en el segundo semestre del año se realizaron controles de manera diaria, hasta dos o tres por día. En este marco resaltó que hubo muchos vehículos controlados y muchas infracciones realizadas. Informó que hasta el mes de noviembre el área llevaba labradas 3.500 actas de infracción. Asimismo indicó que muchas de las infracciones se vinculan a falta de documentación de los rodados aunque también un número significativo se vincula a la alcoholemia. “Esta es una cuestión casi cotidiana de que cada fin de semana tenemos entre 5 y 10 alcoholemias positivas”, precisó y apeló a la responsabilidad individual de los ciudadanos que consideró fundamental más allá de todos los controles que pueda realizar el municipio.