ste lunes se conmemoró el Día Internacional de los Pingüinos y la Doctora en Biología, Samanta Dodino, que se desempeña en el CADIC (Centro Austral de Investigaciones Científicas) evaluó cómo la actividad humana impacta en las colonias que estas aves tienen en Tierra del Fuego.
Una de las amenazas más fuertes que tienen estas especies está relacionada con la pesca ya que los pingüinos pueden quedar atrapados en las redes. “Las redes de arrastre que van desde el fondo del mar hacia arriba son las más dañinas porque no seleccionan nada sino que agarran todo lo que atrapen desde el fondo. Arrastran toda la columna de agua y, a veces, especies como los pingüinos pueden quedar atrapadas en esas redes”, señaló la investigadora. A esto se suma que “a veces hay competencia por los mismos recursos. Los pingüinos se alimentan de presas que también consumen los seres humanos. Las áreas de alimentación de los pingüinos muchas veces se solapan con las áreas de pesca”.
La especialista detalló que en la zona subantártica hay tres colonias de pingüinos que nidifican y tienen sus pichones: los pingüinos de Magallanes; los Papúa, que tienen una colonia muy pequeña en la Isla Martillo; y los pingüinos de Penacho Amarillo, en Isla de los Estados. Según destacó, la Isla de los Estados tiene la colonia más grande de pingüinos de Penacho Amarillo en la región, constituida por 130 mil parejas de adultos que se reproducen. Hay otra en la zona de Cabo de Hornos pero es más pequeña.
Dodino fue consultada por el impacto que podría tener la actividad turística en estas colonias dado que muchas excursiones en catamarán se aproximan a ellas y algunas están autorizadas a desembarcar en algunas de las islas. “En Tierra del Fuego hay mucho diálogo entre las empresas de turismo, la comunidad científica y la Secretaría de Ambiente, entonces en general hay un uso responsable. Nosotros intentamos que la información de la distancia que uno tiene que tener respecto a los pingüinos y el respeto hacia las colonias que ellos habitan, llegue. Hoy en día creo que hay una buena interacción entre las visitas turísticas y la conservación de las especies”, expresó.
No obstante, la bióloga advirtió el impacto que tiene en la región el manejo inadecuado de los residuos sólidos urbanos tienen sobre la avifauna costera. “Es uno de los mayores problemas que tenemos hoy en día. En la isla Martillo, donde está la colonia de pingüinos, hacemos limpieza todos los años porque los fuertes vientos de la región desparraman los residuos de la ciudad. La basura se desplaza. Hoy en día eso es un problema tanto para los pingüinos como para las aves voladoras, las marinas y las terrestres”, expuso.
En este contexto, los investigadores están intentando llevar adelante estudios para ver cuál es la incidencia de esa basura en la dieta actual especialmente de las gaviotas.
“En los pingüinos hemos tenido registros de un montón de plástico en los nidos. A veces incorporan restos de basura a la construcción de sus nidos. Una estudiante de doctorado está tratando de evaluar cuál es la incidencia que tiene hoy en día el plástico en las aves marinas y por lo que estamos viendo y por lo que estamos viendo, a priori, podemos decir que es bastante alta esa incidencia”, añadió.
Dodino subrayó que “tener un basural a cielo abierto, al lado del mar, en todo el ecosistema que lo rodea, hoy en día es un problema”. Comentó que hay un montón de ciudades costeras con basurales a cielo abierto en la Argentina. De hecho, Puerto Madryn tiene un problema similar, con un montón de gaviotas que terminan dependiendo del basural para alimentarse.