n un encuentro que refuerza los vínculos a ambos lados del límite internacional, la Municipalidad de Río Grande y la comuna chilena de Porvenir avanzaron en un proyecto de cooperación que busca beneficiar a emprendedores y productores de ambas localidades.
La reunión, de carácter virtual, reunió a Ornella Antonio, directora de Desarrollo Local de Río Grande, y Javiera Torres Villegas, encargada de Fomento Productivo y Organizaciones Sociales de Porvenir, en una conversación calificada como clave para el crecimiento económico y cultural de las ciudades.
El eje central de la charla giró en torno a la posibilidad de generar un intercambio entre artesanos y emprendedores que forman parte del programa municipal “Hecho en Río Grande”. Este plan, gestionado por la Subsecretaría de Desarrollo Productivo de Río Grande, acompaña y promueve a productores locales con el objetivo de fortalecer el tejido emprendedor y ofrecer nuevas oportunidades de comercialización.
Según se explicó, el intercambio incluiría exposiciones que reúnan a ambas comunidades, permitiendo a los participantes presentar y comercializar sus productos. “La idea es potenciar la identidad cultural y la difusión del trabajo de nuestros emprendedores y artesanos en ambos territorios”, sostuvo Ornella Antonio. Porvenir, con una rica tradición en artesanía y producción local, sería un socio estratégico para enriquecer esta iniciativa.
Otro punto destacado de la jornada fue la exploración de proyectos vinculados al desarrollo agrícola. Ambas representantes coincidieron en la necesidad de promover el intercambio de experiencias y prácticas sustentables en el sector, con el propósito de fomentar el crecimiento de las economías locales.
“El desarrollo agrícola no solo fortalece la autonomía alimentaria, sino que también genera nuevas oportunidades de empleo y crecimiento comunitario”, expresó Javiera Torres Villegas.
La cooperación entre Río Grande y Porvenir se perfila como un modelo de trabajo conjunto que trasciende fronteras, orientado a fortalecer sectores claves como el emprendedurismo y la agricultura. Este trabajo compartido tiene el potencial de convertirse en un catalizador para el desarrollo regional, promoviendo la sostenibilidad y la valorización del talento local.
