ientras OSEF se ahoga en deudas y recorta prestaciones a afiliados, un caracterizado agente demostró que la verdadera crisis es… la falta de champagne en el minibar.
En un acto de heroica eficiencia, gastó medio millón de pesos en 24 horas en Ushuaia: hotel cinco estrellas (205.719 por entrar temprano), gastos "misteriosos" (298.730) y hasta $27.000 en YPF (¿llenó el tanque o compró la estación?).
Todo, avalado por la presidenta de la Obra Social a través de la resolución 250-2025, para salvar la formalidad.
Mientras los afiliados esperan turnos, ellos hacen check-in en la impunidad. Porque en OSEF, la austeridad es solo para los de abajo. En definitiva, si el dinero público no es de nadie, ¿por qué no darse un gustito? Early check-in, late accountability.