Los mitos que hay alrededor del suicidio
Abordaje preventivo

Los mitos que hay alrededor del suicidio

La licenciada Andrea Otamendi indicó cuáles son algunas de las ideas erróneas en torno a esta gravísima problemática. Remarcó que “una de las maneras de prevenir un suicidio es hablando de eso por más de que nos incomode” y sostuvo que la salida de este tipo de problema es “comunitaria”. En ese sentido destacó que “somos seres sociales y necesitamos de los otros, necesitamos redes de contención, sí o sí tenemos que trabajar con la familia y el entorno”.
04/09/2024
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ialogamos con la licenciada Andrea Otamendi acerca del suicidio, de las señales de alerta que hay que tener en cuenta y de cómo abordar este tipo de situaciones.

“Una de las maneras de prevenir un suicidio es hablando de eso por más de que nos incomode. Cuando estamos con nuestros seres queridos es lo que menos queremos pensar pero es la mejor manera de prevenirlo¨, expuso y añadió que “siempre que uno tenga las cartas sobre la mesa va a poder elegir de la mejor forma”.

La especialista hizo hincapié en algunos mitos en torno al suicidio. “La persona que se va a matar no lo dice, ese es un gran mito. La gran mayoría de las personas, en un gran porcentaje, antes de intentar cometer el suicidio lo comentan, dicen que tienen ganas de matarse o hablan de la idea de morir. Son muy pocas las personas que no lo hablan antes”, expresó.

Advirtió que hay que estar en alerta amarilla cuando por ejemplo en una charla sobre alguien que murió, el potencial suicida expresa frases como “ahora está descansando, ya no tiene que lidiar con tantas cosas”. En este aspecto resaltó que “hay una idea romantizada de la muerte” y que “ahí ya estamos en un amarillo”.

Una alerta naranja sería cuando la persona verbaliza el deseo de muerte diciendo por ejemplo “quiero morir” y la alerta roja sería “cuando ya hay un plan suicida, cuando la persona ya sabe cómo se va a matar”.

Otamendi desterró otro de los mitos que existe y recalcó que “quien se suicida no es ni valiente ni cobarde, es una persona que está tratando de lidiar con dolor y no está encontrando otra forma”.

Entre los síntomas la licenciada comentó que hay que poner el foco en el cambio repentino de conducta, en el aislamiento y en la hipersocialidad. “Cuando alguien cambia su naturaleza es algo para llamar la atención”, manifestó.

“La salida del suicidio es comunitaria, Somos seres sociales y necesitamos de los otros, necesitamos redes de contención, sí o sí tenemos que trabajar con la familia y el entorno”, subrayó.

Por último, Otamendi fue consultada sobre la edad más propicia para comenzar a hablar de estas cuestiones y trabajar en la prevención. “Alrededor de los 7 y los 9 años es donde se comprende el concepto de muerte, de lo irreversible, por eso generalmente aparecen los terrores nocturnos, cerca de esa edad dependiendo del desarrollo de cada persona y del entorno familiar”, dijo y consideró que esa sería la edad propicia para  comenzar a dialogar sobre esta problemática.

“Me parece bien que se hable del suicidio de forma temprana y es mejor que llegue hablándolo bien, explicándolo bien antes que con una noticia trágica”, cerró. 

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