a abogada riograndense Dalila Nora, había dado por sentada su jura luego de ser convocada por la Cámara de Diputados, tras el fallo favorable del juez federal Federico Calvete quien había resuelto que Nora debía ocupar la banca del fallecido Héctor Stefani.
La jura estaba prevista para este miércoles, pero no se concretó debido a dos motivos destacados: No se conformó quórum para el inicio de la sesión, a la par que tanto la Cámara de Diputados, patrocinada por la abogada Patricia Alejandra Mossello Digon, como Ricardo Garramuño, patrocinado por el abogado Fernández Pezzano, apelaron el fallo de Calvete.
Por un lado, Diputados entiende que la intervención del Tribunal Federal invadió su ámbito jurisdiccional, siendo otro poder del Estado que resuelve sobre una tramitación que venía llevando la Cámara Baja, a la vez que cuestiona la interpretación del juez federal de Ushuaia ya que sería contradictoria el marco normativo en vigor. Garramuño basó su presentación en que Calvete se apartó del texto literal de la Ley. En líneas generales, las apelaciones argumentan que la ley que rige los reemplazos en Diputados establece que la vacante debe ser ocupada por el siguiente en la lista oficializada del mismo sexo que quien dejó la banca. Exponen, asimismo, que de acuerdo a lo establecido en la misma normativa, en caso de no haber candidatos titulares disponibles del mismo sexo, se debe recurrir a los suplentes de la lista. En este caso, Ricardo Garramuño era candidato suplente en la lista que llevó a Stefani a ocupar la banca.
Cabe recordar que la sentencia de Calvete prioriza la titularidad de Nora por sobre otras consideraciones y argumenta en favor de garantizar la paridad de género en el ámbito legislativo.
En cuanto a la tramitación, el martes se dispuso correrle traslado a Dalila Nora como al Movimiento de Mujeres. Con ambas contestaciones, las actuaciones serán resueltas por la Cámara Nacional Electoral, que tiene competencia específica en la materia.
El fallo de Calvete había sido considerado histórico tanto por Nora como por referentes del Movimiento de Mujeres Paritaristas quienes habían interpuesto un recurso colectivo en favor de Nora. Se trató del primer amparo colectivo en cuestión de géneros por asuntos políticos y estimaban que sentaría un precedente muy importante en el país ya que, según destacaron, resolvía de acuerdo al espíritu de la ley garantizando la participación política de las mujeres.