l buque pesquero Centurión del Atlántico pasó de ser un actor clave en la pesca local a encontrarse en el centro de un complejo proceso de investigación a raíz de la rotura de uno de sus motores y del choque contra el muelle del Puerto de Ushuaia.
La novedad es que se confirmó que la Prefectura Naval de Ushuaia avanza en la investigación para determinar las responsabilidad sobre la colisión y que ya se han recolectado declaraciones de los oficiales involucrados en la maniobra, así como del práctico encargado del ingreso al puerto y otros miembros de la tripulación del Centurión. Según confirmó El Diario del Fin del Mundo, este exhaustivo proceso busca no solo esclarecer los detalles del incidente, sino también identificar las posibles responsabilidades.
En términos de daños, está confirmado que la colisión dejó su marca en el casco del barco, que presenta una abolladura y rayones en la pintura, aunque estos son considerados menores. Más preocupante es el daño a dos defensas del muelle, que igualmente sufrieron efectos visibles del impacto. Sin embargo, a pesar de estas afectaciones contra el puerto de Ushuaia, su operatividad se encuentra a pleno para el arribo de nuevos cruceros turísticos antárticos.
Por la información que obtuvo este medio, la investigación en curso es meticulosa y podría derivar en la apertura de un segundo sumario contra el Centurión cuando finalicen la investigación preliminar. A la vez, se confirmó también que la Prefectura ha solicitado informes sobre las condiciones del viento en el momento del ingreso del Centurión al puerto, una información que será esencial para entender la dinámica del incidente y las explicaciones precarias que brindó oficialmente ESTREMAR hasta el momento. Además, inspectores solicitados por la Prefectura se trasladaron a Ushuaia la semana pasa para realizar inspecciones tanto en el casco como en los motores, asegurando que se tomen todas las medidas pertinentes para esclarecer los hechos.
A pesar de contar con un motor eléctrico que permite cierta navegación, el buque se enfrenta a limitaciones significativas, ya que no podrá realizar plenamente las tareas de pesca mediante el método de arrastre, complicando todavía más su operatividad. Sobre este punto, todo indica que el Centurión será trasladado hacia los astilleros en Noruega para su reparación.
Por otro lado, la falta de coherencia en la comunicación de la empresa ESTREMAR ha quedado evidenciada, creando un vacío que ha aumentado la incertidumbre. Mientras la Prefectura de Ushuaia proporciona información oficial y actualizada, la empresa parece rezagarse en su propia estrategia comunicacional, lo que no hace más que incrementar la inquietud en torno a los hechos que derivaron en la colisión contra el muelle.